Otra vez salió pensando en voz baja 'París, je t'aime'. Desde luego, Víctor Valdés vivió su segunda luna de miel con la Ciudad de la Luz. Siempre dijo que uno de sus mejores recuerdos datan del 17 de mayo de 2006, cuando el Barça levantó su primera Champions gracias, entre otros, a una actuación soberbia de Valdés, en una noche que Henry tampoco olvidará. Ayer volvió a relucir bajo esas mismas porterías de Saint-Denis. Se le quedó un regusto amargo en su debut oficial por el empate contra una Finlandia a la que tocó el gordo la primera y única vez que llegó en su táctica del murciélago. En un escenario grande, contra una Francia de verdad,Valdés justificó lo que es y que no se dijo tan alto ni tantas veces como mereció.
Felicidad tras dos intervenciones que explican el resultado tanto como el gol de Pedro, la cátedra de Xabi Alonso, el desempeño de Iniesta y Monreal, momentos indelebles que justifican la larga espera como suplente en la selección. Era de justicia después de años a la sombra del 'Papado' de Casillas. Los focos de Maracaná quedan más cerca.Tras su estupenda actuación, el primero en felicitarle sobre el verde fue Ramos, palmadas en alto tipo 'NBA man'. En vestuarios, se hizo una foto que Iniesta colgó en su twitter: 'Con mi hermano Víctor'. Su compañero le alabó después: "En su línea. En la portería está muy bien y muy, muy seguro". Después, el de Gavá colgó esto en su cuenta: "Gran victoria de la selección ante Francia y en un siempre especial estadio de Saint-Denis para mí. ¡Gracias por vuestro apoyo! Un abrazo". No dijo más, lo suyo no es hablar.
Ahora es España quien tiene un cuerpo de ventaja sobre Francia en la clasificación. Se puede decir 'casi virtualmente' en el Mundial. Faltan tres partidos y tendrá que cobrarse la venganza en Helsinki y recibir a Bielorrusia y Georgia. Porque lo más gordo del trabajo se hizo ayer ante 82.000 espectadores, a los que el chico nacido en Hospitalet de Llobregat enmudeció en dos ocasiones cuando se cantaba gol. La función parisina fue racial, de las de rasca y aprieta, frente a un pelotón 'bleu' rebosante de intensidad y agresividad.
España mostró la coraza del campeón, amparada en un Xabi Alonso de Napoleón de Saint-Denis, con un Iniesta y Pedro reclamando atención continua, un ejemplar trabajo en el lateral de Monreal y un seguro de vida atrás en Victor Valdés. Navas también fue un elemento diferenciador cuando salió. Ninguna parte del colectivo se resintió. Las dos novedades estuvieron a la altura. Monreal, reciente emigrado la Premier (desde diciembre), recuperó lo mejor de Alba y Valdés hizo olvidar a Casillas, que vio la gran actuación de su amigo desde la grada, al lado de Jorge Carretero y justo delante del fundador de Halcón Viajes y presidente de Globalia, Juan José Hidalgo, anteriormente conocido como 'Pepe Aviones'.
El portero destripó las ocasiones más claras de los franceses. Lo tuvo Benzema en una internada proveniente de la estajanovista calva de Jallet, que dio bastante guerra pero que se tragó la colada de Monreal. Y, sobre todo Ribéry en un balón perfecto y transversal del 'pequeño revolucionario' Valbuena. A 'caracortada' se le fue algo largo su segundo toque cuando Valdés salió a taparle en un espectacular 'no me voy al suelo' en el mano a mano. Le encimó y sin dejarse vencer despejó el balón muy a lo Casillas, el balón topó entre el muslo y la rodilla derecha lo suficiente para desviarse de la portería.
Valdés tuvo aún más tajo en la segunda parte. Sobre todo tras el gol de Pedro. Cinco minutos después se empleó a fondo en un disparo desde la frontal de Matuidi, después de que el músculo del PSG fuera habilitado por un Ribéry de altura. También evitó un remate de Koscielny tras otro toque que Valbuena sirvió al segundo palo. Y ya en las últimas cargas francesas del balón parado, Evra se coló feroz entre Busquets y Arbeloa para cabecear a quemarropa. El balón se topó con la manopla izquierda del portero del Barça, dejando ese brazo abajo, providencial. Del Bosque también lo alabó, a su manera de repartir para el que no jugó: "Lo hizo muy bien, pero Pepe -Reina- lo habría hecho así".
Valdés fue un agente de seguros con dos equipos entregados en diferentes discursos, y al chico le dieron bastante guerra por alto. No dudó en los balones aéreos que ponía de forma exquisita Valbuena y buscaban las torres francesas. Si acaso en un balón muerto que se le quedó en el pico del área chica a Varane y que taponó Monreal, muy bien al quite. El del Arsenal dio el gol a Pedro y evitó otro. Sí, otro que no olvidará la 'Ciudad de la luz'.
El portero del Barça ya comunicó hace un par de meses al Barça que quiere buscar nuevas aventuras lejos del Camp Nou. Rosell, aún sabiendo que su cuerpo técnico lleva tiempo siguiendo al jovencísimo meta del 'Gladbach', Ter Stegen, espera que rectifique... Quienes le conocen aseguran que cuando toma una decisión tan crítica es porque lo tiene claro y bien sopesado. Palabra de Valdés, dicen, hasta el final.
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