Correr, saltar a la cuerda, subirse a los árboles, armar castillos de arena, entre otras actividades, les brindan a los pequeños salud y bienestar desde la primera infancia. Además de ser un plan divertido, también ayuda a prevenir problemas relacionados con el sedentarismo y la obesidad, aspectos cada día más frecuentes.
El juego al aire libre es considerado como uno de los factores más importantes del desarrollo infantil, pues ayuda a mejorar habilidades como la capacidad para solucionar situaciones, compartir con otros, generar confianza en sí mismos e incentivar la independencia.
Ciertamente, las actividades recreativas van evolucionando y, a su vez, proporcionan nuevas habilidades cognitivas y ayudan a fortalecer diferentes zonas del cuerpo, "cabe destacar que la experiencia de salir al parque es única, porque si el jovencito tiene 9 años es importante que empiece a trabajar su fuerza muscular, la motricidad y la flexibilidad; por ello, es propicio que empiece a trepar, escalar, subir y bajar troncos", dice José Reinhart, deportólogo.
A esta noción se suma Morgan Leicher-Saxby, play worker y representante de la Organización Británica Pop Up Adventure play, quien señala que "los factores que conllevan al perfeccionamiento del juego al aire libre se obtienen a través de lugares con elementos naturales como árboles, arena, pasto y hojas, entre otros objetos, que aportan al entretenimiento. Además, es clave que estos lugares sean frecuentados por niños de todas las edades y de los dos sexos, con el fin de incentivar la socialización y, de esta manera, crear oportunidades de riesgo y retos, que los llevarán hacia una formación dinámica e integral".
Padres temerosos
En este tema hay que hablar del temor de los padres de familia y de los encargados de cuidar a los niños frente a los riesgos que consideran que corren si están fuera de casa.
"Se han creado barreras de comunicación en los pequeños, se les dice que no hablen con extraños, que desconfíen de la gente. No cabe duda de que los miedos y los temores que se siembran en los niños generan consecuencias individuales y colectivas, asuntos que repercuten en actitudes de inseguridad y temor", dice Leicher-Saxby.
Igualmente, sin proponérselo, los padres se han inclinado a criar a sus hijos solamente en casa o bajo su vigilancia en un centro comercial, situación que está relacionada con la obesidad y el sedentarismo.
"Sin embargo, estas situaciones pueden ser revertidas con acciones de bajo costo que pueden ser tomadas con fundaciones, profesionales, redes comunitarias que apoyan el juego en los barrios, entre otros", explica Natalia Velasco, subdirectora de Operación a la Primera Infancia del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Pero, hay soluciones
Las alcaldías tienen en la mira a la infancia y los constructores han identificado en ellos un público objetivo. Es clave contar con lugares seguros para el libre desarrollo de actividades lúdicas que favorezcan el juego en familia, así lo determina Ruth Camelo, directora de la Corporación Día de la Niñez (CDN), quien sostiene que "las ciudades cada vez más se preparan para crear escenarios amigables para los niños y las niñas, porque el tema de la urbanización ha impedido que ellos puedan salir con más libertad a la calle. Caso contrario ocurre en los municipios y pueblos pequeños donde cuentan con escenarios un poco más seguros", enfatiza.
El Tiempo, Colombia
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