Te advertimos: es posible que llores sobre el teclado. Nosotros lo hicimos cuando vimos la foto de arriba, que muestra a una jirafa acariciando a un hombre a través de una ventana. El hombre, Mario, es un voluntario de 54 años que trabajó en el Zoológico de Róterdam en Países Bajos durante varios años. Tras ser diagnosticado con un tumor cerebral terminal, tuvo un solo deseo: despedirse de los animales que cuidó.
Gracias a una organización holandesa llamada Ambulance Wish Foundation (AWF), Mario es uno de los pocos afortunados que pudieron cumplir su deseo final en su enfermedad terminal. La foto, que fue compartida por la página en Facebook de la organización el jueves en la mañana, llegó a la primera página de Reddit en sólo un par de horas.
Así como la organización estadounidense Make-A-Wish, AWF opera gracias a la amabilidad de los voluntarios que trabajan para hacer realidad los sueños de la gente.
La organización fue fundada por Kees Veldboer, quien también es el conductor de las ambulancias de la compañía para ayudar en el proceso de realización del deseo. Las ambulancias fueron diseñadas específicamente con grandes ventanas para que los pacientes puedan ver el mundo mientras son trasladados.
No es la primera vez que AWF hace realidad una emotiva despedida entre una persona y un animal. La organización, que opera desde 2007, también ayudó a un hombre a despedirse de sus ponis en enero.
De nuevo, nos disculpamos por hacerte llorar, pero es una historia muy enternecedora para no contarla.
Así como la organización estadounidense Make-A-Wish, AWF opera gracias a la amabilidad de los voluntarios que trabajan para hacer realidad los sueños de la gente.
La organización fue fundada por Kees Veldboer, quien también es el conductor de las ambulancias de la compañía para ayudar en el proceso de realización del deseo. Las ambulancias fueron diseñadas específicamente con grandes ventanas para que los pacientes puedan ver el mundo mientras son trasladados.
No es la primera vez que AWF hace realidad una emotiva despedida entre una persona y un animal. La organización, que opera desde 2007, también ayudó a un hombre a despedirse de sus ponis en enero.
De nuevo, nos disculpamos por hacerte llorar, pero es una historia muy enternecedora para no contarla.
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