No hace falta ser ningún experto para darse cuenta de que hombres y mujeres somos distintos físicamente. Nuestra estructura ósea es diferente como también lo somos hormonalmente y psicológicamente.
Hasta ahí, todos estamos de acuerdo. Pero ¿Influye el sexo en la práctica deportiva? ¿Es igual de beneficioso el running para los chicos que para las chicas?
La realidad es que no existen grandes diferencias entre unos y otros, pero sí algunos matices que favorecen el entrenamiento en algunos casos o que lo hacen especialmente recomendable llegada cierta edad.
Los hombres son más rápidos
Por naturaleza “están atléticamente mejor dotados”, señala Francisco García-Muro, coordinador de la sección de fisioterapia en la actividad física y deporte en el Colegio Profesional de Fisioterapeutas de la Comunidad de Madrid. Para ello juega un papel determinante la testosterona, que al ser una hormona anabolizante los capacita para desarrollar mayor musculatura. Las mujeres tenemos menos masa muscular lo que se traduce en que nuestro ejercicio es menos eficiente.
Ellos entrenan siempre igual, a ellas les influye el ciclo menstrual
“Las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona) juegan un papel fundamental en los entrenamientos”, señala la doctora Eva Ferrer, especialista en medicina deportiva y directora de la web eldeporteenfemenino.com, para la que los síntomas de la menstruación pueden ser limitantes: “Hay muchas mujeres que junto con la hemorragia sienten dolor que les impide llevar a cabo el entrenamiento con normalidad”. La pérdida de sangre conlleva una disminución en los niveles de hemoglobina que reduce el nivel de nutrientes que llegan a los músculos por lo que la fatiga puede aparecer antes de lo habitual.
Los hombres son más competitivos
Se ha comprobado que en carreras multiaventuras de equipos mixtos son los hombres quienes suelen liderar porque toman las decisiones de forma más rápida aunque cuando llegan los problemas o empiezan a fallar los ánimos son las mujeres las que toman el mando subiendo la moral y cuidando los lazos emocionales entre los miembros del grupo. En el día a día esto se traduce en la forma en que se plantean el entrenamiento.
Las mujeres son más propensas a sufrir fractura de estrés
Esto no quiere decir que vaya a ocurrir, pero sí es cierto que este problema suele darse con más frecuencia “en mujeres que sufren amenorrea (disminución de los niveles de estrógeno, que lleva a provocar el cese del periodo menstrual) durante más de dos meses que en otra mujer con el ciclo hormonal”, explican desde el Instituto de Biomecánica y Salud Vitruvio. Esta fractura se da cuando se entrena demasiado y las agresiones son muy consecutivas lo que provoca que se rompa el equilibrio destrucción-reparación.
Los hombres suelen tener problemas de fricción de pezones.
“Esto pasa porque se ponen camiseta y nada más, mientras que nosotras vamos protegidas con el sujetador”, señala la doctora Teresa Gaztañaga quien puntualiza que no todos los hombres sufren el problema del mismo modo aunque en algunas ocasiones “pueden tener sangrado y dolor”. La solución está en hacer una buena elección de la camiseta: “Cuanto más ajustada esté al cuerpo, mejor. Lo que hay que evitar son las típicas prendas holgadas de algodón”.
Fuente: Hufftington Post
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