El 9 de diciembre pasado la revista Vanity Fair publicó un artículo que ha alarmado tanto a las mujeres estadounidenses, como a las de otros países. El texto, titulado "¿Por qué el potencialmente letal anticonceptivo NuvaRing está todavía en el mercado?", trata sobre el anillo vaginal fabricado por laboratorios Merck y su supuesta responsabilidad en la formación de coágulos e incluso en la muerte de mujeres que lo utilizaban.
Marie Brenner, la autora del artículo, investigó el dispositivo -el cual está impregnado con hormonas, que son liberadas durante tres semanas luego de ser insertado- cuyos efectos adversos habrían sido la causa de la embolia pulmonar que el año pasado provocó la muerte de Erika Langhart (24). "Quiero advertirle a cada madre y a cada hija que no usen el producto que mató a mi niña", declaró a la revista Karen Langhart, la madre de la estudiante de derecho.
También se refiere a la experiencia de Megan Henry, una compañera de universidad de Erika, quien 10 días después de comenzar a usar NuvaRing empezó a sentir que quedaba sin aliento. Un escáner reveló que en sus pulmones había docenas de coágulos, por lo que fue internada de urgencia y puesta bajo tratamiento con anticoagulantes. Los médicos que la atendieron le dijeron que su estado físico -era atleta- evitó que muriera y que por el resto de su vida tendrá un mayor riesgo de desarrollar coágulos.
Algo similar le ocurrió a Lorraine, una británica de 44 años cuya historia fue divulgada por el "Daily Mail". Claire Tellis-Doherty, directora de un equipo que recopila información sobre los supuestos peligros que tiene el anillo, señaló al periódico británico que la mujer estaba saludable y en forma antes de empezar a usarlo como método de anticoncepción.
"En 2012 ella comenzó a sentirse constantemente cansada (…) Visitó a su médico de cabecera en tres ocasiones, pero él le dijo que no le ocurría nada", declaró. Pero este año, Lorraine se quedaba sin aliento cada vez que caminaba, por lo que fue ingresada en un hospital donde le hallaron coágulos que le cubrían alrededor de un 40% de sus pulmones.
Michael Carmone, jefe del Grupo de Investigación sobre la Salud Pública Ciudadana con base en Washington, indicó al "Daily Mail" que las estadísticas apuntan a que el dispositivo debe ser prohibido. "Mientras NuvaRing se mantenga en el mercado, nuestro consejo a las mujeres es que lo eviten", dijo.
¿Reacción exagerada?
Sin embargo, no todos los especialistas opinan lo mismo, como es el caso de Jennifer Blake. La directora ejecutiva de la Sociedad de Ginecólogos y Obstetras de Canadá - hasta donde la alarmante información sobre NuvaRing llegó luego de que Jennifer White (26) la publicara por Facebook y Twitter- señaló al periódico "The Globe and Mail" que los datos sobre los riesgos del anillo vaginal están fuera de contexto.
En este sentido, Blake recordó que todos los anticonceptivos implican riesgos, lo mismo que el embarazo. "De una a tres mujeres embarazadas desarrollarán coágulos", afirmó.
Además resaltó que las mujeres que toman anticonceptivos hormonales están en mayor riesgo aún si es que son fumadoras, obesas, sedentarias o tienen más de 35 años. En estos casos, la especialista les recomienda utilizar anticonceptivos de segunda generación, con los que el riesgo de desarrollar coágulos es ligeramente menor.
Guillermo Galán, especialista en anticoncepción de la Sociedad Chilena de Obstetricia y Ginecología, coincide con la visión de su colega canadiense. En este sentido, explica que es absolutamente conocido que cualquier método anticonceptivo que combine dos hormonas -lo que ocurre con las píldoras, los parches, las inyecciones y el anillo vaginal-, puede aumentar el riesgo de que ocurra un fenómeno tromboembólico. Sin embargo, también aclara que hay otras situaciones en que el ser humano es más susceptible de desarrollar coágulos, entre ellas el embarazo.
"El embarazo y el parto es una situación en que hay un riesgo muy alto de hacer un fenómeno tromboembólico. Lo mismo ocurre con las intervenciones quirúrgicas extensas, con los reposos muy prolongados, con los viajes en avión durante períodos largos sin moverse o con el tomar poco líquido", enfatiza.
Específicamente respecto al anillo vaginal, el especialista sostiene que es difícil que con él ocurra un fenómeno tromboembólico, a menos que se use en mujeres que forman parte del grupo de riesgo antes mencionado por Jennifer Blake.
En una declaración enviada a Emol, MSD (Merck en EE.UU. y Canadá) afirma que NuvaRing "cuenta con una advertencia sobre eventos cardiovasculares graves, especialmente en mujeres fumadoras". Además agrega que estudios clínicos controlados que involucraron a más de 3,700 mujeres, demuestran "la eficacia y seguridad del medicamento".
"MSD le ha proporcionado información adecuada y oportuna sobre NuvaRing a los consumidores y a las comunidades médicas, científicas y regulatorias. MSD monitorea activamente sus medicamentos comercializados y brinda reportes de eventos adversos a las agencias regulatorias a nivel mundial", asegura.
Emol / GDA
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