Un niño británico nació con parálisis cerebral y la esperanza de que camine ya es una realidad gracias a su amistad con las ovejas de su abuela.
Los médicos que trataron al pequeño Arthur Jones pronosticaron que con suerte sus primeros pasos los daría recién a los 4 años edad. Sin embargo, con apenas 2 años, el niño ha empezado a caminar.
Los médicos que trataron al pequeño Arthur Jones pronosticaron que con suerte sus primeros pasos los daría recién a los 4 años edad. Sin embargo, con apenas 2 años, el niño ha empezado a caminar.
Según relata RT.com, fue la abuela de Arthur quien le regaló un cordero pocos meses después que naciera, sin prever que su relación con este y sus demás ovejas tendría un efecto terapéutico sin precedentes.
Además de dar sus primeros pasos dos años antes de lo previsto, el pequeño pastor ha enriquecido sus capacidades anímicas y su sociabilidad.
A la luz de esta historia, los especialistas han resaltado lo beneficiosas que son las ovejas que -así como los perros y los caballos (considerados los animales más terapéuticos)- también adoptan una considerable actitud afectiva hacia las personas, sobre todo si se trata de niños.
Ya es sabido de lo provechosas que pueden ser las terapias con animales para personas que padecen enfermedades como autismo o alzhéimer. No obstante, el caso del pequeño Arthur podría convertirse en una de las historias más sorprendentes de amistad entre el hombre y los animales.
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