Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de muerte en el mundo, ya que en 2011 mataron a más de 17 millones de personas, según los últimos datos publicados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De los 17 millones de decesos ocurridos por dolencias cardiovasculares, 7 millones de personas murieron por isquemias en el corazón y otros 6,2 millones por derrames cerebrales.
De hecho, las enfermedades no transmisibles fueron responsables de dos tercios de las muertes ocurridas en el mundo en 2011, frente al 60 por ciento una década antes.
Entre las enfermedades no transmisibles, las más mortales fueron las dolencias cardiovasculares, los cánceres, la diabetes y enfermedades pulmonares crónicas.
El ochenta por ciento de las muertes provocadas por enfermedades no transmisibles se producen en los países en desarrollo (26 de los 36 millones de decesos por estas causas).
No obstante, en los países ricos, el 87 por ciento de todas la muertes tienen por causa una enfermedad no transmisible.
Un porcentaje que se reduce al 81 en los países de ingresos medios, al 56 por ciento en las naciones de ingresos medios-bajos, y al 36 por ciento en los países pobres.
El consumo de tabaco sigue siendo el principal origen de las enfermedades no transmisibles.
De hecho, se calcula que uno de cada diez adultos en el mundo mueren por enfermedades relacionadas con el consumo de tabaco.
El resto de enfermedades transmisibles, las muertes relacionadas con el parto y el posparto, y las condiciones de nutrición fueron responsables colectivamente de un cuarto de todos los fallecimientos de 2011.
Las enfermedades crónicas están aumentando como causa de muerte en los últimos años. Los datos aportados por la OMS revelan que los cánceres de pulmón, tráquea y bronquios causaron 1,5 millones de muertes (el 2,7% de los decesos) en 2011, mientras que en el año 2000 fueron 1,2 millones (el 2,2 %).
De forma similar, la diabetes causó 1,4 millones de fallecimientos en 2011 (2,6%) frente a 1 millón (1,9%) en el año 2000.
Las isquemias, los derrames cerebrales, las infecciones respiratorias, las dolencias del pulmón, la diarrea y el VIH-Sida, se han mantenido como las enfermedades más mortíferas en la última década.
La tuberculosis, sin embargo, ya no pertenece a la lista de diez principales causas de muerte, pero si se mantiene entre las quince primeras, al matar más de un millón de personas en 2011.
Los accidentes de tráfico sí forman parte de las diez principales causas, dado que matan diariamente a 3.500 personas.
Globalmente, cerca de 54,5 millones de personas en el mundo mueren cada año. Una de cada ocho de esas muertes son niños menores de cinco años, y de ellos el 74 % de los decesos ocurren en África.
Según los últimos datos de la OMS, la esperanza de vida media mundial se sitúa en los 70 años.
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