Como en la medida que envejecemos, mantenernos socialmente activos y en contacto con amigos y familiares es importante, y oír bien es vital para lograrlo. Varios estudios recientes revelan que la pérdida de la audición no solo está asociada con una amplia gama de trastornos físicos, sino también problemas de salud mental, como el aislamiento social e incluso la demencia.
Cuando una persona no escucha bien, las actividades que solía disfrutar -comidas con amigos, eventos sociales y servicios religiosos- se convierten en retos. Las personas con ese problema se frustran, evaden oportunidades sociales y se van sumergiendo potencialmente en un aislamiento social, que incrementa el riesgo de problemas mentales. Por el contrario, quienes buscan tratamiento para la pérdida de la audición reportan significativas mejoras en sus relaciones humanas, autoestima, calidad general de vida, salud mental y seguridad.
Varios estudios muestran que muchas personas esperan un promedio de siete años antes de someterse a examen y tratamiento de los problemas de audición, lo cual equivale a menudo a perderse importantes eventos de la vida con amigos y familiares, en la medida que empeora su trastorno auditivo.
La audición es similar al uso de un músculo. Si no lo usas, se puede perder. Cuando no se le da tratamiento a la pérdida de la audición, el nervio auditivo que lleva los sonidos de la oreja al cerebro se atrofia. Mientras más se prolongue el problema, más difícil será la comprensión de lo que se le habla a la persona afectada, y el tratamiento puede ser menos efectivo.
A continuación, cuatro consejos para una mejor salud auditiva:
1. Habla con tu médico y coordina un examen auditivo. Entre las señales más corrientes de pérdida de la audición están la elevación del volumen del televisor o el radio a niveles que otras personas consideran demasiado altos; problemas para escuchar en las conversaciones telefónicas y dificultad para seguir conversaciones en entornos ruidosos.
2. Limita el contacto con ruidos intensos. Es necesario limitar el contacto con sonidos intensos como música, cortadoras de césped o motocicletas, a no más de 20 minutos cada vez. Considera el uso de protección auditiva cuando asistas a conciertos o a eventos deportivos. Varios estudios revelan que el contacto continuo con sonidos intensos superiores a los 100 decibeles, en comparación con una conversación normal de 60 decibeles, puede afectar permanentemente la audición.
3. Usa estrategias efectivas de comunicación. Las personas con problemas de pérdida de la audición deben usar estrategias efectivas y escoger entornos que sean "favorables a la audición". Por ejemplo, deben elegir restaurantes relativamente tranquilos, y solo acudir en horarios de menor concurrencia. Otra estrategia es seleccionar una mesa junto a una pared o en una esquina, que reducirá el ruido de fondo. Durante las conversaciones, observa el movimiento de los labios, las expresiones faciales y el lenguaje corporal, que proporcionan importantes informaciones sobre el mensaje de la persona que habla.
4. Analiza el problema con familiares y amigos. La pérdida de la audición afecta a quienes la padecen, así como a sus familiares y amigos. Es importante analizar el problema juntos, ofreciéndoles apoyo y estímulo a quienes experimentan la pérdida de la audición. Cuando hables con una persona aquejada por ese trastorno, asegúrate de que estás frente a ella, y evita cubrirte la boca mientras hablas. Además, es importante hablar despacio.
Para los 48 millones de estadounidenses aquejados por la pérdida de la audición, este es el momento ideal para buscar tratamiento. Para otras personas, seguir los consejos mencionados puede mantener su salud auditiva y ayudar a quienes confrontan trastornos auditivos a vivir una vida más plena y más sana.
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