Pasó cuatro horas bailando en ropa interior. No en su casa ni en una fiesta, sino en uno de los aviones militares que utiliza la canciller alemana, Angela Merkel, para sus viajes.Las autoridades alemanas están investigando cómo un hombre de 24 años fue capaz de sortear todas las medidas de seguridad y entrar en la nave, aparentemente, apretando botones al azar.
Dentro del avión activó una alarma y roció un extintor de incendios sobre los asientos.
Luego de desplegar un importante operativo de seguridad, la policía alemana intentó, megáfono en mano, persuadir al hombre de salir del avión. Pero no tuvieron éxito.
El hombre -identificado como Volkan T.- solo pudo ser sacado del avión a la fuerza. Durante el proceso resultó levemente herido al ser mordido en la pierna por un perro de la policia.
Además de encontrar un bolso con sus documentos de identidad, los policías dijeron que descubrieron éxtasis y marihuana cerca de la nave.
El joven, un fisicoculturista alemán de ascendencia turca, fue llevado a un hospital psiquiátrico.
Fallos de seguridad
El incidente, ocurrido el 25 de julio, fue sacado a la luz por el diario Welt am Sonntag de Berlín, el cual filtró un documento sobre el suceso que establece "fallos de seguridad" y "errores" de la Fuerza Aérea.
El diario señala que Volkan T., residente de la zona, atribulado por problemas derivados de una relación amorosa, se dirigió a la parte militar del aeropuerto de Colonia con su bolsa de remedios en la mano y dijo que estaba planeando una boda en el comedor de oficiales y necesitaba mirar el nuevo edificio.
Tras ingresar al recinto, según el periódico alemán, el joven saltó una cerca de alambre de púas en el campo de aviación militar, sin ser detectado por las cámaras de seguridad.
Tras localizar el avión del gobierno, uno de los dos Airbus 319 del ejército alemán para uso de políticos de alto rango, logró subirse a su ala, donde comenzó a bailar en ropa interior.
Tras el baile, abrió la puerta de la salida de emergencia y entró al avión.
Una vez dentro, ingresó a la cabina, cuyo acceso estaba abierto y empezó a apretar "todos los botones al azar", según la información publicada, lo que activó una alarma.
Tres horas y $134,000 en daños
Técnicamente, de haber sabido pilotar, podría haberse llevado el avión a un destino tan lejano como Pekín, en China, dado que éste estaba lleno de combustible, reveló Welt am Sonntag.
Además, causó daños por unos $134,000 y pasaron tres horas antes de que el avión volviera a la normalidad de sus estándares de seguridad.
El avión, utilizado por la canciller Merkel para sus viajes oficiales, cuenta con una oficina privada con asientos VIP y un sofá, además de un amplio salón de actos y otras 32 plazas para las delegaciones.
Durante el inesperado asalto, Merkel se encontraba a kilómetros del lugar, disfrutando de la actuación de la ópera de Wagner "El holandés errante" en el Festival de Bayreuth, en Baviera.
BBC Mundo
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