España registra un aumento del nivel del mar de entre 3 a 5 milímetros al año, dependiendo de la ubicación geográfica de sus costas, ha afirmado este miércoles en el Congreso de los Diputados el catedrático de Ingeniería Hidráulica de la Universidad de Cantabria, Íñigo Losada Rodríguez.
Estos datos no son obtenidos de proyecciones o modelos sino que son datos que arrojan los satélites, ha explicado Losada durante su comparecencia en la Comisión de Cambio Climático para hablar de los estudios que se están llevando a cabo sobre este tema.
Experto del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU (IPCC en sus siglas en inglés), Losada ha añadido que según los satélites, en todo el mundo, el crecimiento es de 3,18 milímetros al año y "puede parecer poco, pero no lo es".
Así ha indicado que por cada centímetro que aumenta el nivel del mar, la playa retrocede un metro.
También ha agregado que se sabe con seguridad que el aumento del nivel del mar se está produciendo desde los últimos 150 años, y que en los últimos veinte se ha acelerado.
También ha explicado que hay una distribución regionalizada, y así, por ejemplo, zonas como la costa del Pacífico muestran los valores más altos, conaumentos de entre 10 y 12 milímetros al año.
En cuanto a España, ha explicado que sus estudios arrojan, entre otros datos, que las mareas meteorológicas, en las que inciden el viento o la presión atmosférica, han descendido en el Mediterráneo, mientras que el tamaño de las olas aumenta en el Cantábrico y el Atlántico.
Xavier Labandeira Villot, catedrático de Economía de la Universidad de Vigo y experto también del IPCC ha comparecido también en esta comisión y ha defendido la importancia de las renovables y de los impuestos destinados a objetivos medioambientales para luchar contra el cambio climático.
Labandeira ha aludido asimismo a los gases de esquito o pizarra, que hay que extraer de las rocas mediante fractura hidráulica.
A este respecto, ha señalado que son una revolución en el mundo energético y que a largo plazo "no son una buena noticia para políticas climáticas, porque es un gas de efecto invernadero y además desplaza otras tecnologías no carbónicas".
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