Australia, la décimo segunda economía del mundo, se ha coronado por tercer año consecutivo como la nación más feliz del mundo tras sortear de nuevo el impacto de la crisis financiera internacional.
Este título se lo otorgó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que en su último estudio comparó la situación en 34 países, y concluyó que la calidad de vida en Australia es mejor que la que se disfruta en Suecia, Canadá, Noruega, Suiza, EEUU, Dinamarca, Países Bajos, Islandia y Reino Unido.
"En general, los australianos están más satisfechos con sus vidas que la media de los países de la OCDE", según el índice de calidad de vida del organismo internacional.
Este estudio sobre el estado de bienestar resalta que un 84 por ciento de la población australiana dice que a diario tiene mayor número de experiencias positivas que negativas.
La popular imagen de los aficionados al surf saliendo del agua cristalina o el ambiente informal de las barbacoas en los jardines o el casi eterno sol, no fueron elementos claves para el análisis de la OCDE diera este resultado a favor de Australia.
El organismo internacional valoró factores como el de la renta per cápita, empleo, vivienda, seguridad, educación, medioambiente, salud, comunidad, equilibrio entre el trabajo y la vida familiar, datos de la participación cívica de Naciones Unidas, gobierno y otras instituciones.
Con una tasa de desempleo de un 5,5%, Australia ha sorteado la recesión durante dos décadas y su economía ha resistido el embate de la crisis financiera internacional, gracias en gran parte a la fortaleza de la industria minería, que ahora no pasa por su mejor momento debido a la fuerte apreciación del dólar australiano.
Los hogares australianos tienen una renta disponible neta anual de unos 28.884 dólares (22.401 euros). En comparación, en Chile la renta disponible que le sirve para consumo u ahorro es de unos 11.039 dólares (8.561 euros), en México 12.732 de dólares (9.874 euros) y en España de 22.847 dólares (17.719 euros), de acuerdo al informe de la OCDE.
Un australiano gana al año un promedio de 43.908 dólares (33.950), una cantidad que se sitúa por encima de la de 34.466 dólares (26.730 euros) de los países industrializados, y además los ciudadanos de esta nación oceánica tienen mayores probabilidades de encontrar un empleo que les satisface.
El 73 por ciento de la población australiana de entre 15 y 64 años tiene un trabajo remunerado, mientras que en España es el 58 por ciento, en México y Chile el 60 por ciento y en Brasil el 68 por ciento, según indica el citado informe.
Los australianos trabajan un promedio de 1.693 horas al año (alrededor de 32 horas a la semana), frente a las 1.702 y 1.787 horas anuales que faenan, respectivamente, los canadienses y los estadounidenses.
Pero la OCDE apunta que la brecha que el 20% del población de Australia con mayores ingreso gana seis veces más que el 20% del segmento demográfico más pobre del país, un imán que atrae a miles de inmigrantes indocumentados cada año y a una gran cantidad de jóvenes europeos que escapan de la crisis.
Los australianos también tienen una expectativa de vida al nacer de 82 años, igual a la de España, y un 85% dice tener "buena salud", aunque el precio de la comodidad también le ha pasado factura porque la OCDE ha notado que la tasa de obesidad es muy alta en Australia y ha aumentado con mayor rapidez en las últimas dos décadas.
El 24,6 por ciento de los 23 millones de habitantes de Australia son obesos, porcentaje superior al que se da en la mayoría de países de la OCEDE, que es del 17,8 por ciento.
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